La revolución que ha supuesto el crecimiento vertiginoso de internet y la aparición exponencial de nuevas tecnologías asociadas a esta,  han propiciado el desarrollo de novedosos modelos de negocio.

Modelos que son el resultado de las nuevas capacidades que ofrecen estas herramientas digitales las cuales ayudan a estrechar el camino y conectar la oferta y la demanda de cualquier producto o servicio. Esto ha propiciado un cambio drástico de los hábitos de consumo,  trastocado radicalmente las reglas hasta ahora establecidas en muchos canales de distribución de distintos mercados. 

Sin duda un cambio abrumador e imparable que pone en alerta a muchos sectores, los cuales requieren de una reflexión sobre su propuesta de valor y del papel que desean desempeñar en el presente y futuro en un tablero de juego, en el que las reglas, ya han cambiado para siempre. 

Somos partícipes de un momento histórico, ante la llegada de la gran revolución tecnológica y al igual que otras vividas anteriormente, nos encontramos  con personas que recelan o reniegan de sus posibilidades, y otras, que se aprovecharán inteligentemente de las oportunidades que nos ofrecen. 

La clave como siempre gira en torno al cliente,  este siempre tendrá predilección por aquellos modelos que el faciliten «la vida» y le aporten valor en su proceso de compra, por ahorro, comodidad o satisfacción percibida. 

Un público ya habituado a otra forma de comprar, exigente, impaciente y desleal, que solo será atraído por las empresas que sepan  conectar con sus necesidades y emociones.

Puedes ver el artículo completo publicado la revista SALABAÑO  nº 228 de 2023.